lunes, 2 de abril de 2012

Book Exchange


Desde el final de nuestro viaje que he querido escribir sobre esto. Al principio del viaje, nunca pensé que se convertiría en algo importante, pero al final de la travesía puse mirar atrás y ver como el intercambio de libros hizo que toda la experiencia fuese más enriquecedora.

Salimos de Chile en Enero del año pasado y a último minuto decidí agarrar un libro que por años había estado sentado en mi librero y que por fin iba a poder descartar de la lista de libros por leer. Se trataba de "Boquitas Pintadas" de Manuel Puig, un librazo. Desde ahí ese libro se convirtió en el catalizador de lo que sería una seguidilla de lecturas que culminaría en México.


Siempre me ha gustado la idea de que los objetos se desplacen, creo que de a poco me he ido inclinando más por la idea de que las cosas no están hechas para apegarse a nosotros sino que pueden tener una historio (o un viaje) por si mismas, más allá de lo que el dueño original tenga en mente. Hoy no podría decir con ciencia cierta dónde están los libros que leí ni que otras personas han podido disfrutar de ellos. ¿A qué voy con todo esto? A los famosos book exchanges o intercambios de libros de los hostales.

Gracias al libro menospreciado que saqué de mi casa pude tener acceso (casi) gratuito a 29 libros el año pasado, lo más interesante es que todos ellos fueron escritos por autores latinoamericanos. Me costó mucho encontrar libros escritos por latinos en algunos momentos, por lo que los títulos eran aceptados por mi criterio ya fuesen escritos en español o en inglés. En muchas oportunidades no pude ser muy selectiva, más bien tenía que optar por lo que hubiese que cumpliera con lo que buscaba, más allá de su trama, género o incluso calidad material. Lo positivo de esto es que me llevó a encontrar libros que jamás en la vida hubiese leído y autores nuevos, además de ponerme al día con viejos clásicos. También pude leer sobre temas que jamás hubiese pensado que podrían ser interesantes. La gran ganadora de todo esto fue Isabel Allende, aunque nunca me llamaron la atención sus libros y sigo pensando que sus obras de ficción no llegarían nunca a adornar mi librero, encontré un respeto nuevo por sus narraciones semi-autobiográficas, a veces era como escuchar a mi propia madre.

A continuación les presento la lista de lo leído (aunque no cronológicamente), a algunos les voy a dar una pequeña descripción para ver si alguien se anima a leerlos eventualmente.

Boquitas Pintadas (Manuel Puig) Buenísimo, un retrato que sigue fiel al arribismo, clasismo y aspiraciones sociales latinoamericanas.


El amor en los tiempos del cólera (Gabriel García Marquez) Un clásico que nunca había podido leer, y menos mal que lo hice. No vean la película, es ridículamente mala.

Como agua para chocolate (Laura Esquivel) No pude evitar recordar con este libro la clase de Castellano del colegio en que Rubén (el profesor) le preguntó a una compañera con pánico escénico por qué el libro se llamaba así, no voy a dar nombres, pero estoy segura que esa persona lo recuerda como uno de los momentos más traumáticos de la media.

Cajas de Cartón (Francisco Jiménez) Historias autobiográficas de un niño mexicano inmigrando junto a su familia a Estados Unidos, sensibiliza la migración.

Los perros hambrientos (Ciro Alegría) Ciro Alegría fue uno de los grandes decubrimientos de este viaje, hoy leo cualquier cosa que caiga en mis manos de este autor peruano.

Juvenilia (Miguel Cané) Mi primo de Buenos Aires creyó que dejar que los libros viajarán era una buena idea y dejó que este se lanzara a la jungla latinoamericana.

Violeta subió a los cielos (Angel Parra) El libro que inspiró la película famosa del año pasado. Lamentablemente aún no veo la película, aunque escuché que Angel Parra no estaba tan contento con el resultado.

Mi país inventado (Isabel Allende) Ad-hoc para viajes largos.

Hija de la Fortuna (Isabel Allende) 


El beso de la mujer araña (Manuel Puig) Uno de los libros que más disfruté en el viaje, definitivamente queda en la lista permanente de libros favoritos.

La tienda de los milagros (Jorge Amado) Otro muy buen libro, especialmente recomendado a mis amigos cientistas sociales.

Cuentos Latinoamericanos (Varios autores)

Pantaleón y las visitadoras (Mario Vargas Llosa) Antes de Nobel.

El diario del Che en Bolivia (Ernesto Guevara) Partí leyéndolo con mucho entusiasmo hasta que me di cuenta que no había un tema que podría interesarme menos que el funcionamiento de un guerrilla.

Coronación (José Donoso) Una vez me saqué un 7 en un ensayo sobre este libro, pero nunca lo había leído. La verdad no tengo idea qué escribí en ese ensayo.

La bruja (Germán Castro Caycedo) El libro más bizarro que he leído jamás, trata sobre drogas, carteles, magia negra y política en Colombia.

Por donde se sube al cielo (Manuel Gutiérrez Najero) 


Pobre Negro (Rómulo Gallegos) Clásico venezolano, intercambiado por un amigo venezolano.

Limón Blues (Annacristina Rossi) No me gustó mucho, pero fue entretenido aprender un poco sobre como fue el siglo XX en Centro América.

Llamadas telefónicas (Roberto Bolaño) Algunos de los mejores cuentos que he leído.

City of the Beasts (Isabel Allende)


María (Jorge Isaacs) Romance, romance, romance.

La suma de los días (Isabel Allende)


Adiós Muchachos (Daniel Chavarría)


Música de Cámara (Reinaldo Montero) Explícito.

Holy lust (Marta Rojas) Creo que es uno de los peores libros con los que me topé el año pasado.

Elsimore: Un Cuaderno (Salvador Elizondo) La versión mexicana de Juvenilia.

Cambio de Armas (Luisa Valenzuela) La gran revelación del viaje, lejos el mejor libro del año pasado.

Macho! (Victor Villaseñor) Otra mirada de la inmigración, una mirada con más testosterona.