La polola del compañero de casa del Pirata se mudó con nosotros la semana pasada y con ella, su gato y sus 4 hamsters rusos. La casa no es pequeña, pero con los muebles extra y los animales se siente un poco más apretada. Pero, como muchos saben, yo he vivido en muchas casas, con mucha gente y con distintos grados de comodidad y por lo general sobrevivo sin problemas. Además, la polola es mucho más sociable que el mismo compañero de casa y eso siempre es un plus conmigo.
El asunto es que nunca me había encontrado viviendo con gatos y con gente de gatos. Los gatos son bastante tranquilos, aunque Logan (el gato nuevo) tiene prohibido salir, por lo que siempre hay que tener las ventanas cerradas y las puertas también. Pero no me puedo quejar, he empezado a querer a estos felinos (aunque jamás tendría uno, yo me quedo con mis perros).
Lo que me llama la atención de toda esta situación es que ahora la casa es una "casa de gatos". En todas las habitaciones (excluyendo la nuestra, pero incluyendo la cocina, el baño, la entrada, etc.) hay cosas de gato. Ya sea una caja de arena, comida, juguetes o cepillos, hay cosas de gato por todos lados. Y hay que tener cuidado con las cosas personales también. No puedo dejar el tejido donde no pueda verlo, ni vasos con agua, ni platos cerca del borde de la mesa. Es como vivir con dos infantes! Creo que si esta fuese mi casa e invitara a gente, me daría mucha mucha vergüenza que alguien viera todas las cosas que tengo para mis gatos en todos lados. Realmente me da un poco de vergüenza ajena, por eso intento no poner atención a las nuevas adquisiciones de la casa. Yo adoro a mis perros, pero no creo que en mi casa se note tanto nuestra obseción (espero).